¡Cálmate
Jesús! – repetía
No podía, estaba con cólera, miraba a la nada y pensaba donde podrían estar, en realidad la cabeza no me daba para mucho, solo atinaba a hacer mis típicos gestos de molesto, no recuerdo en que momento empezamos a hablar, pero me gustó que se encontrará ahí, a mi lado. Hay cosas que no recuerdo de esa noche, pero lo que si tengo claro es, todo el momento que la pasé con el Flaqui, tenía toda la buena intención de encontrar soluciones, pero mi estado no ayudaba mucho, no aportaba nada, solo me quería ir, él no me dejó solo, me seguía hablando y sacándome sonrisas, a lo lejos veía a su amigo que a mi parecer estaba algo furioso, yo también lo estaría si me quitaran a mi acompañante, no lo hicimos de mala onda, simplemente trato de ayudar, y siendo sinceros yo también haría lo mismo por él, llamó a su amigo y le dijo para irnos los tres, asentí, y pedí que me acompañe, no sé en que momento el tercero desapareció y el Flaqui estaba algo asado también, caminamos por Kennedy y tenía algo de frío ¡Genial! Olvidé mi casaca y mi reproductor en el bolso de mi amiga.
Caminamos, hablamos, reímos y nos divertimos,
de mi estúpido inconsciente tuvo que salir el: ¿Me haces capachun? – dijo algo,
pero no escuche, y ya estaba en su espalda, fue gracioso, me sentía todo un
niño, nos burlamos un buen momento de mi alma un toque infantil y seguimos con
la charla, teníamos que ir hasta 28 de Julio con Arequipa para irnos a casa,
había prometido algo, cocinarle uno de sus platos favoritos, estuvimos caminando
por la cuadra 5 de la Arequipa y a mi parecer estaba garuando y tuve otra
genial idea.
Corre – grité… En carcajadas negó y de todos
modos no podía perder esa oportunidad. Cogí su mano y nos echamos a correr, me
sentía genial haciendo eso, y vi su sonrisa mientras corríamos, hacer esas cositas
me agradan, me sentía bien haciendo esto que hace varios meses moría por hacer.
De camino a casa me pregunté, ¿Qué hubiese
pasado si.., ?.
Gracias por los besos de moza.