lunes, 3 de febrero de 2014

Primera parte.



Pasamos los tres últimos meses del 2010 conversando por messenger, admito que la única razón que me conectará  era solo para hablar con él, saber como fue su día de trabajo y como estaba.
Por mi parte siempre me gustó, desde la primera vez que lo vi, con unas zapatillas azules con negras CBK, un pitillo negro, la polera verde que aun guardo conmigo y una sonrisa perfecta que aun no lo logro sacar de la cabeza. En esos minutos que estuvimos en el grupo, también sentía su mirada, pero nunca le tome importancia,  sus amigos tenían dudosa reputación, y pues dime con quién andas y te diré quien eres.
En el transcurso de esos últimos tres meses, él fue una de las pocas personas que "estaba" conmigo, cuando ocurría todo el problema en mi casa, y él más que nadie sabía mi odio por esa mujer.
“No te puedo dar un consejo por que desde pequeño vivo con mi padre, pues mi madre está en Italia, nunca sentí calor de hogar, acá en mi casa es cada quién por su lado, supongo que la debes pasar mal, lo único que te diría es que seas fuerte, que para cualquier cosa me tienes aquí”.
Y entonces me dedicó una canción,  fue una de las personas, en realidad fue la única persona a la cual pude sentir su sinceridad, no era lo que solía escuchar, tampoco era lo que podía esperar, claro que me gustó lo que me dijo. Él al otro lado de la ciudad y yo sintiéndolo tan cerca a mí.



Toma mi mano – Belanova
Toma mi mano, ya todo estará bien, no debes llorar
Sé que es difícil pero yo estaré aquí no te sientas solo
Sí todo está mal y no puedes más, puedes buscarme
Sé que tú en mi lugar lo harías también sin pensarlo
Sé que duele caer y hoy estoy aquí, para ti
Como ayer, como hoy, sabes que puedes buscarme.
Sé lo que sientes y aunque parezca así, no es el final
Esto no es fácil pero yo estaré aquí, no te sientas solo
Sé que tú en mi lugar lo harías también sin pensarlo
Sé que duele caer y hoy estoy aquí, para ti
Como ayer, como hoy, sabes que puedes buscarme.







Era la primera canción que me dedicaba, estaba sentando, al frente de un monitor y quería abrazarlo, no podía más y me eche a llorar, de alguna manera me hacía falta, no sé como explicarlo, pero necesitaba de su compañía, nos cuestionábamos del por que vivíamos lejos, y yo solo lo quería tener más cerca, ya había algo que empezaba a nacer en mi, sentía algo de afecto por él, estaba haciendo efecto todas las tardes, noches y madrugadas que chateábamos por messenger, no fui el primero en demostrarlo, y en unas de las conversaciones me dijo que me quería, me burlé de él, no había duda que estábamos “gileando”, había mucha química, no personal pero si por el ciber espacio, no todo podía ser perfecto, obviamente pensaba en los pros y contras, tan tonto no soy.
Pero como podía sentir afecto por alguien a quien solo vi un par de minutos, y solo me preguntó: Hola, ¿Cómo te llamas?, no había nada de lógica en ese pequeño sentimiento, era un desconocido a medias, las noches de chat ayudaban mucho para ir descubriéndolo, sabía que me flirteaba, al principio iba con pie de plomo, no era la mejor impresión que tenía de él, sus amigos, sábados fuera de casa, alcohol, drogas, ¡vamos! nada de eso ayudaba por el contrario, tenía mucha desconfianza, no sé en que momento dejé todo eso atrás para abrir campo a casi toda la ilusión que tenía guardada, mientras lo iba conociendo me gustaba más, me llamaba la atención salir con él, eso hacia que mi ilusión crezca, era como una bola de nieve, mientras más avanzaba, crecía más y más, era loco lo sé, pero era esa clase de locura que necesitaba para darle color a mi aburrida vida, sabía que trabajaba y eso dice mucho de un chico de 20 años, no era la gran cosa, pero tampoco era un vago mantenido por su papá, de alguna manera eso fue lo que más me llamó la atención, hacía algo productivo, en cambio yo, la misma edad y no hacía nada bueno por mi vida, pero eso estaba por cambiar.
Papá se hizo el desentendido con nosotros, notaba a mi mamá que trataba de llevar bien la situación, tenía que ser fuerte por nosotros, ella era el apoyo que necesitábamos, tenía que hacer algo por mi familia, decidí enviar curriculum vitae a un par de call center, y aceptar la primera propuesta de trabajo que me ofrezcan, las deudas se nos venían, imposible que mamá cargue con todo, mi hermano ayudaba demasiado en el negocio que tiene con mamá, ¿Yo?, sintiéndome cada vez más inservible, hijo-hermano mayor y no encontraba nada para apoyar a mi familia, se me hacía costumbre llorar todas las noches, me frustraba, y él estaba ahí, preguntándome todas las noches si me llamaron para alguna entrevista, apoyándome con sus palabras, trataba de calmarme para poder ver bien las cosas, una mañana de sábado me llamaron, recibieron mi curriculum, y estaban interesados en entrevistarme, era en Lince, cuadra 10 de la avenida Arequipa, tomé nota de la dirección exacta, edificio y persona con quien me presentaría, era para el día Lunes por la mañana, le comente a Stephanie mi mejor amiga, se alegró, le pedí por favor que me acompañe, ella aceptó, esa noche no converse con Pedro, nunca conversábamos los sábados por las noches, pues el salía con sus amigos y vivir la noche. ¡Genial! Para eso trabajaba, para darse sus gustos, tenía derecho, ¿No?.
Sí hay algo que me caracteriza, es que soy solidario, mi malestar, mis problemas pasan a segundo plano cuando se trata de mis amigos, estoy para ellos cuando lo necesiten, comparaba mi situación con la de Axel
y él la pasaba fatal, lejos de su familia, mi madre me dijo alguna vez, estaremos jodidos, pero estamos juntos. Las reuniones se hacían en su casa, nosotros éramos la única familia que él consideraba y tenía hasta ese momento, sus amigos, esa noche nos quedamos a dormir en su casa,  la pasamos tranquilo, cocinamos algo,  jugando póker y ver unas películas con los colegas, amaneció y camine hasta mi casa, solo esperaba que llegue el día de la entrevista, estaba  ansioso por trabajar, bueno también para sorprender a Pedro, contándole que conseguí trabajo,  al día siguiente estuve en casa todo el día, preguntando a los que trabajaban en call center, que es lo que te preguntan en una entrevista, tenía que ir preparado, no podía quedarme solo en la entrevista, un par de personas me ayudaron, me explicaron lo que a ellos les preguntaron, me hicieron ver fácil, chateamos poco con Pedro, el tiempo volaba, tenía que dormir, por que él trabaja temprano, y   yo debía hacer lo mismo, por la entrevista, esa noche no dormí nada, estaba nervioso era la primera vez que me presentaba a un trabajo, tenía las preguntas y respuestas en la cabeza, y solo repasaba y en algún momento me quedé dormido.
Escuché el sonido del despertador, fui corriendo, llamé a Stephanie para que se vaya alistando, y me dice que no puede acompañarme, por un problema en casa, mamá olvidó dejarme dinero para ir a la entrevista, arranque mal ese día, me desanimó todo, me moleste con todo el mundo, sabían que era importante y aún así pasaron de mi, mande todo bien lejos, no podía hacer otra cosa, estaba decepcionado con ellos y sobre todo conmigo, tenía que hacer algo, me puse a limpiar la casa, para luego cocinar.
Solo deseaba que fueran las 8 de la noche para hablar con Pedro, él sabía como levantarme el ánimo, tenía maña para eso, le conté sobre la entrevista, me pregunto como me fue, no quería mentirle, tampoco se me ocurría nada, le dije que no fui, le explique como fue todo el tema, comente que era para un call center, por la avenida Arequipa, me pidió la dirección exacta, se la di, y cuando leí, me arrepentí toda mi vida de no ir a esa entrevista.


“Ahí fue mi entrevista, y ahora estoy aquí trabajando, hubiese sido bonito que nos toque en la misma campaña”  - ¿Es en serio? me sorprendí – Sí jaja ¿Que coincidencia no?, es el destino Jesusin, es el destino.

Perdí la oportunidad de conocerlo, es más de trabajar con él, ser compañeros de trabajo, ese día me sentí tan estúpido, que las oportunidades se tienen que tomar en una, sin pensarlo, puede que ahí encontremos la felicidad.




Toma mi mano - Belanova.